Como conducir en contra del viento
Aerodinámica: con vientos fuertes, la aerodinámica del automóvil determina absolutamente si el automóvil tiene la capacidad de cortar el viento o si tiene que corregir constantemente el volante sin detener el temblor. Por esta razón, es importante saber si estamos conduciendo un automóvil con líneas de carrocería suaves y penetrantes o, por el contrario, un todoterreno cuadrado con muchas líneas angulosas. En este último caso, hay que estar más atentos los días de fuerte viento.
Carga en el techo: la mejor manera de romper la aerodinámica de un automóvil es colocar una baca o una caja de almacenamiento en el techo. Con estos últimos instalados, lo cierto es que suelen tener una forma muy aerodinámica, pero en algunos travesaños, bacas tradicionales, los objetos suelen cargarse al azar, afectando mucho a la aerodinámica. Esto no es bueno en un día ventoso. No solo porque las barras de techo no pueden soportar la presión y salir volando, sino también porque los accesorios con fuertes vientos cruzados pueden hacer que la conducción sea peligrosa y muy frágil.
Camiones: adelantar a un camión con viento racheado requiere una técnica simple pero eficiente. Y es en estas situaciones en las que los efectos visuales aparecen con más frecuencia, y hay que estar preparado. La solución es mantener una ligera presión en el volante contra la dirección del viento después de que termine de pasar el camión para evitar este efecto.
Consumo: Por supuesto, el consumo para distancias superiores a 200 km variará mucho, dependiendo de si la marcha es con viento de frente o con viento de cola. Más aún si añades una baca que afecta a la aerodinámica.
Dirección del viento: Una buena idea para conducir con ventaja en vientos fuertes es prestar atención a la dirección del viento. Para ello, es necesario fijarse en la vegetación, banderas o mangas de viento que son habituales en las zonas más propensas a estos eventos. De esta forma, conoceremos su origen e intensidad, lo que nos preparará.
Edificios: Junto a los camiones, son otro «obstáculo» que oculta el viento real… hasta que los superamos. En ese momento, cuando desaparezca el llamado efecto pantalla, tenemos que prepararnos para un fuerte empuje, que intentaremos contrarrestar presionando ligeramente el volante contra el viento.
Remolque: en un día ventoso, es mejor no arrastrar un remolque o caravana en la carretera, ya que puede afectar seriamente la estabilidad del conjunto. Pero si no queda otra opción, la primera decisión que se debe tomar es reducir la velocidad y vigilar constantemente el movimiento de ese apéndice que arrastramos por el espejo. Sin embargo, si normalmente te mueves con un remolque o una caravana, debes saber que muchas marcas tienen el control de estabilidad del remolque como una opción.
Velocidad: No hace falta decir que en ráfagas fuertes hay que reducir la velocidad para controlar el coche ante ráfagas fuertes. Pero hay más, porque es fácil superar el límite de velocidad si el viento está a nuestro favor, por lo que debemos conducir con mucho cuidado.
Volante: Cuando hay viento fuerte, lo mejor es sostener el volante firmemente con ambas manos, no distraerse por un rato, no moverse bruscamente, porque el viento aumentará la reacción del auto y hará que este conduzca nuestro vehículo. En la dirección opuesta. Rodeado.