Todos los consejos para conducir en invierno
Nuestros amigos de Motor Zeta te traen las siete recomendaciones que debes tener en cuenta para conducir de manera segura en invierno.
Hemos entrado en el mes de noviembre y con él, se supone, llegará el frío. Cuando conducimos, siempre debemos tener cuidado, haciéndolo de manera tranquila y segura. Sin embargo, con la llegada del frío, tenemos que tener aún más cuidado, pues las bajas temperaturas pueden hacer que nuestro coche pierda el control con más facilidad y, como consecuencia, nos exponemos a más riesgos cuando circulamos por la carretera.
Planificar la ruta. Antes de ponerse en marcha hay que decidir el itinerario que se va a seguir utilizando las carreteras habituales o conocidas y consultar el estado del tráfico. Además, hay que asegurarse de que el depósito de combustible del coche esté lleno por si el vehículo queda inmovilizado poder usar la calefacción. En el caso de que las condiciones meteorológicas sean muy desfavorables hay que evitar coger el coche.
Revisar el estado del vehículo. Es importante que el coche se encuentre en buen estado para una conducción segura en condiciones extremas. En este caso, principalmente, hay que asegurarse que el sistema de iluminación, los cristales y los limpiaparabrisas funcionan correctamente para tener una buena visibilidad. También hay que revisar el sistema de frenos, el sistema de refrigeración y el nivel de líquidos anticongelantes.
Cadenas. Aunque no es obligatorio legalmente, es conveniente llevar cadenas en el maletero del coche por si se encuentra nieve en la carretera. Antes de poner las cadenas hay que encender las luces de emergencia, buscar un lugar seguro fuera de la vía principal para poder estacionar el coche, ponerse el chaleco reflectante y colocar el triángulo de seguridad como mínimo a una distancia de 30 metros, aunque mejor si se encuentra a 50 metros. Además, hay que revisar que los neumáticos no estén desgastados y tienen la presión recomendada.
Duplicar la distancia de seguridad. En invierno, cuando las condiciones de la carretera no son óptimas el campo de visión de las personas se reduce por lo que es más fácil que se produzcan accidentes. Se recomienda en este caso que se duplique la distancia de seguridad para evitar incidentes con otros vehículos.
Encender las luces. Dos de las características del invierno es que hay peor visibilidad y menos horas de sol, por lo que es imprescindible el sistema de iluminación del coche para saber donde nos dirigimos. En caso de que haya nieve sobre la carretera es recomendable seguir el trazado marcados por otros coches sobre la nieve para reconocer mejor el recorrido y las maniobras realizadas por los demás.
Reducir la velocidad. El estado de las carreteras empeora siempre que hay hielo o nieve sobre ellas, lo que hace que la conducción resulte más difícil y más impredecible en caso de dar un frenazo o un volantazo. Para evitar esto es importante reducir la velocidad de circulación, adaptándola en todo momento a las condiciones de la vía. En caso de salirse de la calzada hay que evitar frenar bruscamente y dar volantazos. Si frena a tope en curva, se puede perder el control, sobre todo si hay poca adherencia. La solución es esperar, no girar más, no frenar, no acelerar. Las ruedas terminarán ganando adherencia y recuperará el control.
No conducir a velocidad crucero. Evitar fijar una velocidad constante usando el control de velocidad para poder estar atentos y pendientes de la carretera en todo momento.