Lo que debes hacer si sufres estos inconvenientes en asfalto mojado
1. Adherencia. Con el asfalto mojado, la frenada suele tardar más, la estabilidad del coche se ve comprometida y es mucho más fácil tener un accidente. Una posibilidad que se reduce considerablemente si tus neumáticos tienen un dibujo y tienen la presión adecuada. Porque con este fenómeno climático la adherencia de las ruedas es decisiva.
2. Hidroplaneo. Este fenómeno se produce cuando el neumático no es capaz de desalojar el agua de la calzada por falta de dibujo, una zona de agua encharcada o una velocidad inadecuada en esta situación. Puedes perder el control del vehículo, para intentar evitarlo tienes que sujetar con firmeza el volante, no frenar con fuerza y corregir la trayectoria suavemente cuando recuperes el agarre.
3. Dibujo de neumáticos. La profundidad mínima de un neumático debe ser de al menos 1,6 milímetros, pero es recomendable no dejar que se deteriore tanto. Es fundamental conocer la presión adecuada recomendada por el fabricante para evitar el aquaplaning.
4. Distancia de seguridad. Bajo la lluvia y en terrenos resbaladizos, se recomienda mantener una distancia de seguridad con el automóvil que va delante de usted, para evitar colisiones con el otro vehículo en caso de frenazos bruscos. En cuanto a la distancia de frenado hay que tener en cuenta que sobre asfalto mojado será más complicado que sobre suelo seco. Por eso, cuando llueva mantén una mayor distancia de seguridad.
5. Nebulización. Con lluvia y frío, lo más normal es que se empañen los cristales. Lo más recomendable es mezclar el aire acondicionado con la calefacción y dirigir este aire hacia los cristales empañados, en cuestión de minutos tu cristal se habrá desempañado.