Estar conduciendo sin seguro

Desde Autoescuela Muro Antoñanzas, os hablamos un poco sobre las consecuencias a las que te expones en caso de que estés conduciendo un vehículo sin el seguro en regla.

Conducir sin seguro, además de severas sanciones, con el tiempo proporciona una indemnización a terceros en caso de accidente.

La legislación española es muy clara al respecto: el artículo 1 de la Ley de Responsabilidad Civil y Seguros en la Circulación de Vehículos a Motor obliga a todo ciudadano que sea propietario de un automóvil en España a contratar un seguro.

Todos los conductores están obligados a tener un seguro que cubra al menos los daños a terceros, ya sean personas o vehículos.

Por otro lado, la ley no distingue entre los vehículos que se estacionan indefinidamente y los que se conducen de manera regular. Todo el mundo debe tener un seguro.

Si un conductor no asegurado provoca un accidente, el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) tendrá que responder por los daños materiales y personales causados por terceros. La cobertura está ahí, pero la otra cosa es el tiempo de compensación extendido.

En el otro lado de la balanza está Unespa, la patronal de aseguradoras, que ha observado una gran variación en el número de vehículos sin seguro. Para ellos, el único dato fiable es lo que paga la CCS por los accidentes causados por vehículos sin póliza de seguro. A su juicio, las cantidades anteriores no se corresponden con el coste de un accidente que podría haber costado más de 2,6 millones de vehículos.

El estudio también muestra que 130.000 personas son multadas cada año por conducir sin seguro obligatorio y que en la última década se han producido 300.000 accidentes con vehículos sin seguro, que además son más graves porque la probabilidad de lesionarse se multiplica por 2,4.

Esta cifra está en línea con lo que la compañía de seguros tiene que pagar cada año. Según datos de UNESPA, en 2020, la cuantía de la indemnización por responsabilidad civil del seguro de automóvil es de 4.959 millones de euros, y la cuantía de la indemnización por daños personales a las víctimas de accidentes de tráfico se acerca a los 3.000 millones de euros.