Conducir una moto cuando llueve
Llevar ropa ligera en la medida de lo posible: casco, chaqueta, chubasquero, pantalón motero (mejor impermeable), incluso botas y guantes si es posible. Deben tener un elemento reflectante para que los demás puedan vernos. Si no es así, te recomendamos comprar cinta reflectante amarilla o llevar un chaleco reflectante. Así no hay duda de que nos vieron. Por supuesto, siempre tenemos que conducir con las luces bajas encendidas.
Hay que intentar dar la vuelta a la rotonda lentamente, sin correr y sin casi inclinar la moto. Es un lugar conflictivo, tenemos que andar con cien ojos y la moto pierde agarre con relativa facilidad. Además, no debemos olvidar que hay que prestar especial atención a las rotondas cercanas a las gasolineras, ya que los vehículos que salen pueden arrastrar estelas de combustible mezclado con agua, haciendo que el asfalto sea muy resbaladizo.
Andar en moto es hablar de física y equilibrio. Íbamos en un vehículo de dos ruedas y tendía a caerse hacia un lado cuando nos deteníamos. Por lo tanto, el agua sobre el asfalto no ayuda a mantener las cosas verticales, especialmente cuando encontramos objetos resbaladizos. Nuestros peores enemigos son las líneas blancas, los cruces peatonales, las hojas caídas, las canaletas y las rejillas. Cualquier ciclista experimentado no los pisaría directamente, huyendo casi sin saberlo.
Cuando el asfalto está mojado, nuestros neumáticos patinan más y pierden agarre más rápido. Una de las razones de la pérdida de agarre es el alquitrán, que es uno de los mayores culpables de que la carretera esté resbaladiza. Lo que impide que esto suceda son los fragmentos de piedra y otros materiales que la acompañan. Con el tiempo, se pulen hasta formar un asfalto compacto que no drena ni proporciona ningún tipo de asistencia a la tracción.
Fuente e imagen: https://www.motorpasionmoto.com/conduccion/siete-claves-para-conducir-moto-cuando-llueve-no-caer-intento