Conducir con el viento en contra

    Averigua la dirección del viento

    Detectar la dirección del viento es fundamental para que puedas reaccionar con más tiempo y acierto. Mire las mangas de viento en las autopistas o carreteras o árboles para saber de dónde viene.

    Sin embargo, incluso si no tiene puntos de referencia, también es fácil de conocer. Si nota que el automóvil tiene más dificultades para avanzar de lo habitual, significa que el aire está frente a usted. Por el contrario, si el coche es más ligero, significa que el viento empuja la cola.

    Menos velocidad y marchas cortas

    Una regla fundamental para conducir con viento: más precaución y menos velocidad. El coche tendrá un mejor agarre a la carretera y la reacción a una fuerte ráfaga será mucho más fácil. Del mismo modo, para conducir en condiciones de viento, se recomienda un régimen de altas revoluciones (ir en marchas bajas) porque aumenta la capacidad de controlar el automóvil.

    Firmeza y suavidad

    Sujete el volante con fuerza para que los cambios repentinos en la velocidad o la dirección del viento no provoquen sacudidas. Al mismo tiempo, haz movimientos lo más suaves posible, tratando de corregir la fuerza del viento con la dirección del volante.

    Cuidado con los adelantamientos

    Cuando vas a adelantar, el viento fuerte puede ponértelo difícil. Si golpea de frente, reducirá notablemente la velocidad de su automóvil cuando salga por detrás de la protección del vehículo que le precede. Ten esto en cuenta para calcular el tiempo que tardarás en realizar la maniobra.

    Si el viento es lateral (especialmente al pasar camiones y autobuses), las cosas se complican aún más. Si te llega por el lado derecho, el empuje desaparecerá repentinamente cuando alcances al vehículo de delante: como estabas corrigiendo la dirección con el volante, en ese momento corres el peligro de acercarte demasiado al vehículo, como si estuvieras absorto de repente. Una vez pasado, el viento reaparece, lo que dificulta volver a su carril.

    Túneles y puentes

    Cuando entras en un túnel ya no estás sujeto a la fuerza del viento y estás mucho más protegido, pero el peligro reaparece al salir del túnel. Y aumentó: no sabes si en ese punto el viento es mayor y ha cambiado de dirección.

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