
Introducción
El invierno trae consigo paisajes hermosos, pero también carreteras más peligrosas. Conducir sobre hielo o nieve requiere técnicas especiales que garantizan seguridad y confianza al volante.
Riesgos de la conducción invernal
En condiciones de frío, la adherencia de los neumáticos disminuye drásticamente. El hielo puede aparecer sin previo aviso en zonas de sombra o puentes, y la nieve reduce la visibilidad y dificulta las maniobras. Prepararse es esencial para evitar accidentes y reaccionar de manera correcta ante imprevistos.
Consejos clave para conducir sobre hielo y nieve
1. Aumenta la distancia de seguridad
El tiempo de frenado se multiplica en carreteras heladas. Mantén una distancia amplia con el vehículo delantero para tener margen de reacción.
2. Evita movimientos bruscos
Acelerar, frenar o girar de golpe puede hacerte perder el control. Realiza maniobras suaves y progresivas.
3. Utiliza marchas largas
En superficies deslizantes, usar marchas largas reduce el patinaje de las ruedas y mejora la estabilidad del coche.
4. Conduce despacio y con previsión
La velocidad moderada es tu mejor aliada. Anticipa cada movimiento con calma y evita sorpresas en tramos complicados.
5. Equipo imprescindible
Lleva cadenas, rascador de hielo, guantes y manta térmica en el maletero. Estos elementos básicos pueden sacarte de un apuro.
Preparación del vehículo
Antes de salir, revisa que los neumáticos estén en buen estado y con la presión adecuada. Si conduces habitualmente por zonas frías, considera neumáticos de invierno. Comprueba anticongelante, batería y estado de los limpiaparabrisas para garantizar un viaje seguro.
Conduce seguro con formación adecuada
Practicar en condiciones reales y aprender técnicas específicas en una autoescuela es fundamental para sentirse preparado. Con los conocimientos correctos, conducir en invierno puede ser seguro y menos estresante.