5 situaciones de deslumbramiento…
1. Túneles.
Cuidado con los contrastes lumínicos en las salidas de túneles o tramos oscuros. Para atenuar el ‘golpe’ de luz en la salida, utilice gafas de sol o baje el parasol. Puede ser aún más brusco después de un tramo prolongado ‘a oscuras’. Durante todo el tramo, adapte la velocidad, respete el límite y mantenga una separación adecuada para evitar el riesgo de alcance con otros vehículos.
2. De noche.
En condiciones de baja iluminación aumentan las probabilidades de resultar deslumbrado. La luz directa e inesperada de otro vehículo, en un cambio de rasante, una curva o un giro nos puede cegar. En estas situaciones, evite mirar directamente a la fuente de luz y utilice la línea del borde derecho de la calzada como guía. Circule con precaución durante la salida y la puesta del sol: pueden ser momentos críticos
3. Reflejos.
Cuidado con los deslumbramientos indirectos, el reflejo de la luz en las fachadas de edificios o en las lunas de otros vehículos también puede provocar una ceguera súbita e inesperada. Si prevé estas circunstancias, tenga a mano las gafas de sol, despliegue la visera y evite mirar directamente.
4. Por la espalda.
Nuestros retrovisores también pueden deslumbrarnos cuando reflejan la luz que llega desde atrás, ya sea del sol o de otros vehículos con los faros mal regulados. Los espejos pueden incluso multiplicar el deslumbramiento de reflejos procedentes de diferentes puntos.