Pautas para conducir con lluvia intensa
Si tenemos la opción, hay que parar y esperar a que se suavice la tormenta. Si se detiene la marcha, el conductor y los pasajeros se deben quedar dentro del vehículo en una zona segura que no entorpezca al resto de usuarios de la vía.
En caso de que no se pueda parar lo mejor es reducir la velocidad. El agua y la velocidad no combinan bien. A 100 km/h un pequeño charco basta para que se produzca aquaplaning, sin embargo, a 30 km/h, solo produce una leve salpicadura. Relacionado con ello, es muy importante que los neumáticos estén en perfecto estado para que garanticen la máxima evacuación del agua y una mayor adherencia a la carretera.
Es necesario encender las luces para que el coche sea visible. En condiciones adversas la visibilidad se reduce. Por último, durante una tormenta hay que ampliar la distancia de seguridad, dejando más margen de maniobra ante posibles contratiempos en marcha.