Los tres pedales en la conducción
Los pedales del automóvil son los controles para controlar el movimiento del vehículo: arrancar, detener, aumentar o disminuir la velocidad. Si sabes utilizarlos correctamente, podrás circular de forma segura y eficiente. Estos son los tres pedales para conducir un automóvil con caja de cambios manual:
Acelerador. Regula el flujo de combustible a los cilindros para que coincida con la potencia del motor. Por tanto, su uso determina el consumo. Y condiciona también el uso del resto de mandos: si se abusa del acelerador será necesario pisar los otros dos pedales más veces. Por lo tanto, para operar el acelerador de manera efectiva es necesario saber cuándo y cuánto presionarlo. A veces, su ‘inutilidad’ es también un uso seguro e inteligente: quitando el pie del acelerador un poco antes de entrar en curvas, retenciones y luces rojas, reducirá el uso del pedal y reducirá el consumo de combustible.
Freno. Le permite detener el vehículo, ajustar su velocidad y mantener una distancia segura de otros vehículos. Los expertos en conducción destacan que el freno debe utilizarse en su justa medida, sin excesos, con suavidad, aplicando la presión necesaria: adquirir esa «sensación» al pisar el pedal es útil en frenadas bruscas y para hacer la conducción cómoda para sus pasajeros. Por otro lado, el pedal de freno es actualmente el más asistido por ayudas electrónicas, que actúan tanto si se usa por exceso como por defecto.
Embrague. Acopla y desacopla el motor a la caja de cambios. Sirve para cambiar de marcha, pisándola hasta el final y soltándola de forma suave y progresiva. Al manejar el pedal del embrague, también es importante dominar el ‘punto de fricción’ (el disco del embrague y el volante se conectan y se transmite el movimiento) para controlar el vehículo al arrancar en pendientes pronunciadas, en estacionamientos y realizar una conducción cómoda y suave.