Aminorar la velocidad y adaptarla a la vía. Cuando se reduce la velocidad, el propio vehículo se ‘agarrará’, por su propio peso, a la calzada. Desde la Dirección General de Tráfico se aconseja el uso de marchas cortas. Este tipo de marchas facilitan la aceleración siempre y cuando se utilice un régimen alto de revoluciones.

Prestar una especial atención a los cambios de dirección del viento. Este es uno de los grandes peligros de circular con viento fuerte. Se recomienda no realizar movimientos bruscos y sujetar el volante con fuerza.

Poner una especial atención a los adelantamientos y es que este tipo de maniobras son complejas, más aún si cabe cuando se añade un tercer elemento; el viento. Se recomienda sujetar el volante con firmeza. De esta forma, podremos estar alerta de cualquier cambio de trayectoria ocasionada por el viento.

Si se conduce un coche con carrocería más alta, como es el caso de los grandes SUV o todoterrenos, la resistencia al viento es mayor y son más difíciles de controlar por su altura y su elevado centro de gravedad.

Fuente: https://www.highmotor.com/consejos-conducir-viento-fuerte.html