Desde el RACVN divulgan una serie de medidas si vamos a utilizar el automóvil en condiciones meteorológicas adversas

Llenar el depósito de combustible y procurar tenerlo lleno. Es importante iniciar nuestro viaje con el depósito de combustible lleno y evitar quedarnos con un nivel bajo durante el recorrido. Cuanto más lleno mejor. Esto responde a dos motivos: por un lado, para no quedarnos sin gasolina y no poder continuar hasta llegar a nuestro destino. Además, la calefacción del vehículo funciona con el motor del automóvil en marcha. Es decir, el calor que llega al habitáculo cuando encendemos la calefacción procede del calor que emite el motor al estar en funcionamiento. Si no pudiéramos tener el motor en marcha, no podríamos mantener la temperatura del automóvil.

Abrir cada cierto tiempo las ventanillas del vehículo. Ligado al punto anterior de mantener el calor en el habitáculo, si tenemos el motor en marcha durante bastante tiempo y apenas nos desplazamos con nuestro vehículo, conviene abrir las ventanillas para que expulsar los de gases emitidos por el propio motor que pudieran acumularse en el habitáculo. Aunque esto no es la tónica habitual (el que se acumulen gases en el habitáculo), tampoco es algo remoto o imposible. En cualquier caso, conviene ser precavidos y ante la duda, «más vale prevenir que curar».

Llevar ropa de abrigo y mantas. La ropa de abrigo y las mantas nos ayudarán a mantener nuestro propio calor corporal si debemos esperar dentro del vehículo. Asimismo, nos serán de gran ayuda en caso de tener que salir del automóvil al exterior. Las mantas también pueden resultar de gran ayuda en caso de encontrarnos con un accidente de tráfico o estar involucrados en uno, ya que a los heridos conviene taparles para que no pierdan su calor corporal.

Agua y comida. Como existe el riesgo de poder quedarnos atrapados durante un periodo de tiempo indeterminado, conviene llevar con nosotros agua para hidratarnos y también comida. Por comida entendemos aquellos alimentos que se conserven bien a distintas temperaturas y que no sean perecederos, tales como barritas energéticas de cereales u otros alimentos.

Teléfono móvil. Aunque, como ya sabemos, el uso y manipulación del teléfono móvil mientras conducimos está prohibido, sí es importante llevar con nosotros al menos uno de estos dispositivos en buen estado y con suficiente carga de batería para llamar en caso de emergencia. Para ello, deberemos estacionar el vehículo en el arcén, dejando la vía principal libre de acceso. Además, en el RACVN recomendamos llevar un cargador de los que se conectan a la toma del mechero de 12v. También resulta importante tener el motor en marcha. Si no es en todo momento, sí que es importante en frecuencias intermitentes ya que el consumo eléctrico de la carga del móvil o de otros elementos que utilicemos lo otorga el alternador cuando el motor está en marcha. Pero si no es así, lo hace directamente la batería (pudiéndose quedar descargada si no encendemos el motor en ningún momento).

Chaleco y triángulos. Es obligatorio llevar con nosotros un chaleco y triángulos, pero en circunstancias adversas su disposición y uso resulta todavía más relevante. Es imprescindible ver y ser vistos por los otros usuarios en el caso de que debamos salir de nuestro automóvil.

Iluminación. Al igual que en el punto anterior, recalcamos la importancia de ser y ser vistos y para ello la iluminación del automóvil es imprescindible.

Las cadenas. Es importante llevar en el vehículo un juego de cadenas y saber de antemano cómo se deben colocar. En caso de contar con un juego de cadenas para dos ruedas, éstas deben colocarse en las ruedas motrices. Es decir, en las ruedas que reciben la fuerza del motor para que el automóvil se mueva. En la mayoría de los automóviles las ruedas motrices suelen ser las delanteras, mientras que en algunos casos suelen ser las traseras y en otros, como los 4×4, son las cuatro ruedas.

Dispositivos de ayuda. Debemos saber si nuestro vehículo dispone de sistemas de ayuda a la conducción y la estabilidad del vehículo tales como ESP, DSTC, etc. En caso de que sí lo dispongan (en la actualidad cada vez son más los vehículos que cuentan con estos dispositivos), debemos consultar en las instrucciones del automóvil, en el concesionario o con el fabricante si éstos dispositivos deben ser desconectados o no en caso de nieve o hielo. Habrá fabricantes que sí lo recomienden, mientras que otros no lo harán. Cada dispositivo puede actuar de manera diferente (según marca y fabricante).

Tipo de conducción. En firmes deslizantes con hielo o nieve, debemos cambiar nuestra forma habitual de conducción incrementando las distancias de seguridad con los vehículos que nos preceden y conduciendo de una manera suave y progresiva. Es decir, sin realizar acelerones o frenadas bruscas, con marchas más altas que las que llevaríamos habitualmente (revolucionando menos el motor), frenando de manera suave e incluso utilizando el motor para frenar (al reducir la marcha, pero sin pisar bruscamente el pedal de freno).

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